"En el improvisado escenario de una plaza, un joven representa con sarcástica acidez la tragicomedia de su pueblo, y la gente asiste a la actuación riéndose de los poderosos que el muchacho ridiculiza (reírse de ellos es la única reivindicación que tienen a su alcance). Y también indignándose porque, representadas en clave de farsa, las injusticias que padecen se hacen aún más evidentes y violentas. Los poderosos, por supuesto, no ríen. No tienen humor para tolerar la crítica. De hecho, intentan acallarla. Ese es el punto en el que el arte deja de ser diversión y se convierte en motor que impulsa la rebelión. Y si al descontento de esa gente se suma Dago, no hay dudas de que el escenario va a temblar…  Este libro tiene un plus muy importante, un verdadero bonus-track que lo hace realmente especial: es la única historia de Dago que dibujó Lito Fernández, ese genial artista reconocido en distintos países y una leyenda en el nuestro."