"Los sirénidos siempre me atrajeron, porque son animales raros y misteriosos. No son focas, no son cetáceos. Antiguos navegantes los tomaron por sirenas (de ahí su nombre), aunque carecen de la belleza que se le adjudicaba a esas criaturas míticas. Apacibles, feos y tímidos, parecerían no prestarse, como otros animales, a inspirar a individuos denodados que han optado por el superheroísmo (Batman, el Hombre Halcón, la Pantera Negra, el Hombre Araña, etc...). Pero a Dugong y Manatí eso no les importa. ¿Hombres con sobrepeso disfrazados, mutantes, híbridos, fenómenos de circo, extraterrestres?. Nadie lo sabe, ni siquiera el autor de sus estrambóticas aventuras… al menos, por ahora. Quique Alcatena"