"Tras arreglar las cuentas con los que le habían traicionado, Parker, el truhán surgido de la pluma de Richard Stark (seudónimo de Donald Westlake), se ha arreglado la cara y disfruta de las comodidades de la vida alojándose en buenos hoteles. Hasta que un chivato lo descubre ante la Compañía para conseguir la recompensa. El intento de eliminarle sale mal y Parker recurre a diversos contactos de los bajos fondos que le deben favores para ir a por la cabeza de la organización que quiere quitarle de en medio."