"En un futuro cercano, un astrónomo -el Profesor Ooguro-, descubre que un planeta desconocido apareció por un agujero de gusano y decide bautizarlo en honor a su única hija, Remina. Tanto el descubrimiento como su homónima se hacen famosos de la noche a la mañana, y la sociedad queda fascinada con ambas figuras, aunque quizás no tenga tiempo para celebrar este nuevo status quo antes de que llegue el fin… Parece que el planeta provoca la desaparición de todos los astros a su paso, como si La Tierra fuera un superpoblado manjar que deja para el final del recorrido.  Uno de los mangas más lovecraftianos, redondos y apocalípticos del ex-dentista devenido en mangaka favorito del público internacional."